Hoy en esenciales presentamos tres de los más
representativos poemas de uno de los fundadores de El Pájaro Azul, desde El
Mercado, Tingüindín Michoacán, Gerardo Castillo Valerio.
Antes de partir
Permíteme gozar del tiempo que nos queda,
antes que el arrullo de la fronda cese,
antes que mis sueños se fundan con la nada,
antes que mi reloj ya no corra.
Permíteme disfrutar del momento que te tengo,
antes que nos encuentre el inicio del final,
antes que San Cosme se reúna con Damián,
antes que mis canas ya no estén.
Permíteme desfrutar de tu presencia,
antes que la ausencia me arrebate el aliento,
antes que termine de pudrirse
mi incólume corporeidad,
antes que mi reino de falsedades se revele.
Permíteme ser feliz por última vez,
antes que las lágrimas embriaguen tu alma pura,
antes que la insolencia del tiempo te parta en dos,
antes que el destino detenga mi carrera.
Permíteme solo un instante,
solo eso falta para adorarte,
antes que el desprecio vil me llene de vacío,
antes que nada me permita volver a ti...
Permíteme disfrutar este momento,
antes que olvides mi ceño fruncido,
antes que mis depresiones sean solo recuerdos,
antes que no puedas verme más...
Permíteme solo un instante,
antes que la vida me abandone,
antes de dejarte...
antes de PERDERME.
Abismo
¿Qué daría? por la valía de un instante que perdí,
ahogándome en mil vasos de licor,
que me embriagan entre un rechinar de dientes,
y con saña diluyen de mi sangre el aguardiente.
¿Qué daría? por recordar aquel sueño perdido,
ese que por las noches estremece la conciencia,
que llena de dudas y causa pavor
ese constante “si hubiera” que solo existe si piensas en él…
¿Qué daría? Por charlar un poco más con la abuela,
al ritmo de un café azucarado,
entre la ternura de panes al horno,
y la fogonera de recuerdos que insieran la memoria.
¿Qué daría? por un soplido de esperanza,
urdiendo la necesidad de sabores con aroma,
en armonías arrítmicas que se pierden del compás,
simples coplas de madrugada entre tequilas y añoranzas…
¿Qué daría? por la valía de un instante que perdí,
ese anzuelo mordido, pero no olvidado,
ese ensueño cruelmente mutilado,
que cada aurora sin razón, sigue a tu lado.
¿Qué darías tú? por dejar de añorar entre las sombras,
porque Jung abrió la puerta que Nietzsche no pudo cerrar,
y en noches como esta me preguntó
¿Cuán profundo era ese abismo? y
¿Qué daría yo? por recorrerlo junto a ti…
A veces…
A veces quisiera volver atrás,
recorrer las desoladas calles de mi pueblo
preguntando al viento por el tiempo
que se pierde en las memorias.
A veces quisiera no solo recordar,
esas charlas con amigos que ya no están
brindar una vez más con ese ser
que la calle hizo familia y una bala un recuerdo.
A veces quisiera volver atrás,
cenar una vez más chocolate con la abuela
entre juegos de mesa y risas de un presente
que aunque incierto ahora es ausente.
Porque a veces quisiera
dejar de mirar atrás con nostalgia
entregarme al hoy que morirá mañana
sin saber qué problema me espera al despertar.
A veces quiera volver,
una fogata más para resistir ese invierno
en una tierra natural y prospera
entre canciones de una vieja guitarra que ya no suena.
A veces quisiera solo un día más
para despedirme de los que ya no están
para abrazar y besar, para perdonar,
un día más para vivir y no solo soñar.
A veces quisiera volver,
cuando la salud no era un tema delicado
a cuando el altar era pequeño
y más grande el comedor…
A veces quiera volver atrás,
cuando el miedo era una falacia,
cuando importaba el reloj y no el calendario,
cuando estábamos todos…
Porque miro al espejo
y desconozco ese sombrío reflejo,
años de distancia me separan de aquel niño
que vivía de ilusiones y noches de luna…
A veces, solo a veces quisiera volver…
Nació en El Mercado Mpio. De Tingüindín Michoacán México el
3 de Octubre de 1995, es autor de los libros “Delirios de un soñador” (2019-2020),
“Blanco y Negro” (2020), “Rosas Negras” (2022) y “Castillos en la arena” (2022),
además de coautor de “Florilegio del Pájaro Azul” (2021) y “Entre Rosas y
Versos” (2023).
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